El recuerdo que me trae es la necesidad que como personas tenemos de relacionarlos con los demás, sin importar hallan conflictos o alegrías, es necesario lograr satisfacer esas redes que nos humanizan y nos definen. El ver lo que aparece en el laberinto nos muestra los entresijos de la vida y como las redes son dinámicas y caóticas. Me llena de una profunda incertidumbre los entresijos de la vida y como esta nos reta y nos llena de emociones. Los recuerdos que me trae en mi vida son aquellas coincidencias que me favorecieron o me afectaron y recordándome como se debe ser fuerte en todo momento en los difíciles y apreciar los buenos.
Escuchar la palabra redes, me lleva a pensar en redes de dos tipos, redes eléctricas o conexiones y la otra las redes de apoyo. Me enfoco en las redes de apoyo que son mi familia y mis amigos, los cuales he tenido la maravillosa fortuna de tener a mi lado en las buenas y en las malas, son lo que me fortalece, mis raíces para salir adelante y ser cada día mejor persona.
Con esta palabra recuerdo la primera vez que me inscribí en una red social; tenía apenas ocho años y le pedí a mis hermanos mayores que me ayudaran a crear un facebook no recuerdo por qué razón. Luego de un par de horas rogando me concedieron mi deseo y en unos minutos tuve una cuenta con mi nombre. No hacía mucho ahí, no tenía un concepto real de una red social, o de cómo funcionan, así que me dediqué casi totalmente a disfrutar los juegos flash ofrecidos por la plataforma en ese entonces; esto disparó en mí una chispa creativa y una fascinación por las historias que se complementaba con el apenas naciente interés por los libros. Fue una época bella en que no me preocupaba por absolutamente nada más que enviarle solicitudes de algún juego de ninjas y otro de dinosaurios a los 4 primos que tenía agregados, sin pensar si quiera en el tormento sobrecogedor que es ahora el escenario mundial, minúsculo y absolutamente infinito que son las redes sociales.
Estoy consciente de la existencia de las redes sociales desde una edad temprana pero no fue hasta después de mucho tiempo que me sentí conectada a esta misma gracias a las pequeñas y grandes comunidades de seguidores que se creaban alrededor de los libros independientes que personas jóvenes escribían en diferentes plataformas. Recuerdo cómo se formaba una gran conversación sobre los diversos sucesos o diálogos durante cada capítulo actualizado del libro, era divertido compartir las mismas ideas y teorías mientras se desarrollaba la trama.
Mi relación con las redes sociales inició con facebook a la edad de 11 años, y no fue netamente mi desición o la de mis padres, ya sabía que existía pero no era de mi interés, fue debido al colegio en grado sexto, porque en una clase el profesor decidió crear un grupo en esa red para subir los trabajos y documentos, a partir de ahí comenzó todo y me fui introduciendo cada vez más en las redes sociales, decidí tener todas las redes que existieran así no las conociera, me obsesioné y creí que estar en esa moda era algo increíble sin saber toda la precaución que debía tener, afortunadamente nunca me sucedió nada como a varios amigos en ese entonces hasta hoy. Recuerdo cómo a través de los años se convirtió en algo esencial subir fotos, compartir videos, hacer comentarios a medida que iban actualizando las plataformas.
Las redes sociales me han hecho reflexionar sobre lo que es real o no, lo que es la esencia de la humanidad y cómo se ha perdido debido a esto, al principio me parecía algo extraordinario y más cuando era la única en mi familia que logró entenderlas, pero ahora puedo decir que nunca fue de mi interés tener redes, sino que fue la sociedad misma y la presión social porque las creé, siempre he preferido mantener relaciones en persona que por medio de una pantalla, porque fuera de las redes sociales, te concentras en ti mismo, en lo que te hace bien y estás con las personas que realmente valoras y su vez te valoran
La vida un mundo lleno de redes y caminos infinitos a veces nos encontramos nuevamente con el inicio de esta red otras veces al final del camino.
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El recuerdo que me trae es la necesidad que como personas tenemos de relacionarlos con los demás, sin importar hallan conflictos o alegrías, es necesario lograr satisfacer esas redes que nos humanizan y nos definen. El ver lo que aparece en el laberinto nos muestra los entresijos de la vida y como las redes son dinámicas y caóticas. Me llena de una profunda incertidumbre los entresijos de la vida y como esta nos reta y nos llena de emociones. Los recuerdos que me trae en mi vida son aquellas coincidencias que me favorecieron o me afectaron y recordándome como se debe ser fuerte en todo momento en los difíciles y apreciar los buenos.
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Escuchar la palabra redes, me lleva a pensar en redes de dos tipos, redes eléctricas o conexiones y la otra las redes de apoyo. Me enfoco en las redes de apoyo que son mi familia y mis amigos, los cuales he tenido la maravillosa fortuna de tener a mi lado en las buenas y en las malas, son lo que me fortalece, mis raíces para salir adelante y ser cada día mejor persona.
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Con esta palabra recuerdo la primera vez que me inscribí en una red social; tenía apenas ocho años y le pedí a mis hermanos mayores que me ayudaran a crear un facebook no recuerdo por qué razón. Luego de un par de horas rogando me concedieron mi deseo y en unos minutos tuve una cuenta con mi nombre. No hacía mucho ahí, no tenía un concepto real de una red social, o de cómo funcionan, así que me dediqué casi totalmente a disfrutar los juegos flash ofrecidos por la plataforma en ese entonces; esto disparó en mí una chispa creativa y una fascinación por las historias que se complementaba con el apenas naciente interés por los libros. Fue una época bella en que no me preocupaba por absolutamente nada más que enviarle solicitudes de algún juego de ninjas y otro de dinosaurios a los 4 primos que tenía agregados, sin pensar si quiera en el tormento sobrecogedor que es ahora el escenario mundial, minúsculo y absolutamente infinito que son las redes sociales.
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Estoy consciente de la existencia de las redes sociales desde una edad temprana pero no fue hasta después de mucho tiempo que me sentí conectada a esta misma gracias a las pequeñas y grandes comunidades de seguidores que se creaban alrededor de los libros independientes que personas jóvenes escribían en diferentes plataformas. Recuerdo cómo se formaba una gran conversación sobre los diversos sucesos o diálogos durante cada capítulo actualizado del libro, era divertido compartir las mismas ideas y teorías mientras se desarrollaba la trama.
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Mi relación con las redes sociales inició con facebook a la edad de 11 años, y no fue netamente mi desición o la de mis padres, ya sabía que existía pero no era de mi interés, fue debido al colegio en grado sexto, porque en una clase el profesor decidió crear un grupo en esa red para subir los trabajos y documentos, a partir de ahí comenzó todo y me fui introduciendo cada vez más en las redes sociales, decidí tener todas las redes que existieran así no las conociera, me obsesioné y creí que estar en esa moda era algo increíble sin saber toda la precaución que debía tener, afortunadamente nunca me sucedió nada como a varios amigos en ese entonces hasta hoy. Recuerdo cómo a través de los años se convirtió en algo esencial subir fotos, compartir videos, hacer comentarios a medida que iban actualizando las plataformas.
Las redes sociales me han hecho reflexionar sobre lo que es real o no, lo que es la esencia de la humanidad y cómo se ha perdido debido a esto, al principio me parecía algo extraordinario y más cuando era la única en mi familia que logró entenderlas, pero ahora puedo decir que nunca fue de mi interés tener redes, sino que fue la sociedad misma y la presión social porque las creé, siempre he preferido mantener relaciones en persona que por medio de una pantalla, porque fuera de las redes sociales, te concentras en ti mismo, en lo que te hace bien y estás con las personas que realmente valoras y su vez te valoran
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