12 comentarios en “Palabras (Words)

  1. Las palabras coloquiales recuerdan momentos y experiencias vividas con familia y amigos. Donde
    la guachafita no le gustaba a mi mamá, y el boroló era la especialidad de mi papá. la gurbia la calmaba al lado de mis amigos,acompañado de una mugre desmechuzada….tomandome un guarapazo embejucado…

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  2. Cuando leo el texto, hago reflexión de que palabras exclama una persona cercana a mi, y en mi mente llega mi mamá y su recurrente frase «amanecerá y veremos», y que yo de forma inconsciente repito, esta, pues está nos invita a esperar en calma, o por lo menos así la siento yo,

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  3. «Gauarapazo» escuchar esta palabra y ver la imagen de la bicicleta solo me llevan a pensar en esos recorridos que de niña hacía con mis papás por la ciclovía de Bogotá cuando tenía unos 7 años, recorridos desde mi casa en la Localidad de Usme hasta unos barrios más abajo, siempre imaginé que nuestros recorridos eran hasta el parque el Tunal, pero nunca fue así, tal vez lo imaginaba para sentirme fuerte y veloz.
    Entre esos recorridos viví un par de «guarapazos», aquellos golpes que me enseñaron a llevar una vida equilibrada, no a mucha velocidad sino la suficiente para avanzar, admirar el panorama, disfrutar del recorrido y no caer.

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  4. Atolondrado, una palabra que me transporta a esa niñez, mi madre y sus lecciones al querer enseñarme a usar la bicicleta, ¡que atolondrada eres hija mía ! algún día, en esas tardes frías de mi amada Bogotá preguntó por su significado, quizás su explicación me parece aún más confusa que la misma palabra pero me da a entender que torombolo o poco hábil son sus significados y que viene de su bisabuela, hoy con un hijo de apenas 4 años, en sus miles de expresiones se guarda la palabra atolondrado, comprende a la perfección su significado y al no hacer bien alguna acción me dice “mami que atolondrado soy”.

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  5. Recuerdo no querer pronunciarlas, pensar en ellas y repetirlas en la mente hasta que perdían el sentido. Recuerdo la palabra odontólogo cruzar mi mente en una tarde de visita a la abuela. Estaba mirando a través de las rejas del edificio, pensaba en el mundo que se escurría dentro de las rejas, ni allá al otro lado, ni del lado del jardín donde jugaba con mis primos a crear un universo en torno a las plantas pero, el universo que imaginaba para las palabras estaba entre las rejas, como una dimensión paralela que se iba extendiendo a medida que repetía la palabra y esta dejaba de tener sentido en mi universo del jardín. Por supuesto en ese universo paralelo no significaba lo que el mundo de los adultos entendía. Odontólogo: hombre de bata blanca, con licencia para fastidiarte en lo más intimo y expuesto; la boca, lugar por donde entraba el deseo y por donde salía la razón. Razón que estaba cuestionando el sentido de esa palabra y por ello no veía sentido ni siquiera a pronunciarla.

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  6. Las palabras tienen un peso importante en la realidad de las personas, las palabras muchas veces las relaciono con declaraciones o decretos que tienen peso en la realidad que vivimos, las palabras son el reflejo de los pensamientos y de como somos por dentro es decir las creencias, las habilidades, las virtudes, ahora las palabras expresan deseos que queremos obtener en nuestra vida para er completamente felices.

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  7. No recuerdo haber estado tan entretenida por una lectura desde hace mucho tiempo, pensar en esas palabras que nos llevan a viajar hasta nuestros recuerdos más íntimos de la infancia, me llena de nostalgia y una profunda melancolía, al descubrir la verdad implícita en la frase, «todo tiempo pasado fue mejor», al remembrar los momentos más felices de mi niñez, no puedo dejar de sonreír al tiempo que se llenan mis ojos de lagrimas cuando pienso en mi abuela, mi tesoro… Una mujer llena de sabiduría y amor en cada una de sus palabras, así fuera para regañarme.
    Recuerdo el día que me dijo que no podía confiar en cualquier persona y menos en las personas que se hacían pasar por «buenos amigos», hoy en día el más amigo es el más traidor, me dijo después de ver como una de mis amigas del colegio, le inventaba a mi mamá que yo había obtenido malos resultados académicos y que tenía que alejarme de mis amigos y castigarme, efectivamente mi mamá sin siquiera preguntarme que pasó, me castigo y bastante fuerte y adivinen quien secó mis lagrimas y me consoló… mi abuela, la misma que al día siguiente regaño a mi mamá por no confiar en mi, cuando regresó del colegio luego de confirmar que mi amiga, le había dicho mentiras y que me había castigado sin justa razón, por creer en las palabras de una persona que solo quería hacerme daño, sin una justa razón. Y aunque mi madres se dio cuenta de su error nunca se disculpó…

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  8. Dejen la Guachafita!!! Grito la hermana Aura Berta, con la vena nervada de la frente por la ira, por que las niñas del curso 705, jugaban arrojando papeles unas a otras al inicio de la clase de Religión, las pequeñas corrieron asustadas, se sentaron rápidamente, sacaron su cuaderno y todas en silencio, iniciaron a repetir la lección que debían recitar en la clase de ese día, la monjita aun con su cara en fuego refunfuñaba camino al escritorio, todas niñas del curso le temían por su bravura… ahhh la hermana Aura Berta.

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  9. cavilosa.deja de medir con el ojo la taj´a.
    esto es para puntificar.
    fascistora.
    cerrero.
    balandrán.
    cuelga de cumpleaños.
    Puñetero.
    entendí hace poco que lo que más quiero recordar no son las palabras que decías, lo que quiero recordar es cómo lo decías, cuando lo decías, porque lo decías y sobre todo imaginar que aún puedo escuchártelas pronunciar…

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  10. Palabras que me evocan recuerdos de mi abuelo materno, un hombre nacido en Santa Rosa de Cabal que utilizaba un vocabulario amplio y del que siempre aprendí muchas cosas. No era muy expresivo cuando de palabras tiernas se trataba, solo su mano pesada en mi hombro acompañada de un «Muchachita», era su manera de hacerme saber que me quería, sin olvidar la menta de 50 pesos que compraba en el billar donde solía jugar y que me lanzaba desde lejos para que yo atrapara. Don Chepe, la boca me supo a menta mientras escribía esto.

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  11. La palabra es insuficiente, en el intento de rememorar algún acontecimiento en relación a la palabra veo pasajes sórdidos, aquellos que dejan en evidencia la imposibilidad de los encuentros, la palabra es una vorágine de malentendidos, una frontera que me empuja al exilio del territorio del otro.

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